sábado, 31 de marzo de 2012

Sombra oscura Cap. 14

Eran la 7 de la tarde. Elly abrió los ojos y buscó a Jónathan con la mirada. Éste estaba acostado a su lado todavía durmiendo. Al momento abrió los ojos y la miró fijamente. -Gracias – Le dijo con lágrimas de sangre en los ojos. -¿Por qué? - Preguntó ella sonriendo. -Por conseguir que me vuelva a sentir humano. Ha sido una experiencia increíble. Nuestros sentidos son mucho más sensibles y fuertes que los de un humano normal. Eso ha hecho que lo disfrutara como nunca lo había hecho. -Yo también lo he pasado muy bien Jon -le cortó con una sonrisa. -¿Jon? Me gusta, me da un aire más informal. Ella se acurrucó sobre su pecho. Era un pecho frío, sin latidos en él, pero capaz de mantener los sentimientos que se supone que vienen del corazón intacto. Ella lo abrazó largamente. Después se levantó de la cama y se dirigió al baño. -Voy a ducharme.- Y desapareció tras la puerta. Él acostado en la cama, se permitió un lapsus en su mente. Se había enamorado perdidamente de ella y había conseguido hacerle ver que su vida no era tan mala como había creído. Quería llevarla a ver mundo, disfrutar con ella todo lo que pudiera. Sabía que algún día ella le abandonaría como ya hizo él con Mary. Pero todo el tiempo que estuviera a su lado quería que fuese magnífico, único, irrepetible.. especial. Salió del cuarto de baño vestida con unos vaqueros y un jersey de punto bastante ajustado, que le marcaba las prominentes curvas de sus pechos y cadera. Se había calzado unas zapatillas de deporte. Hoy le apetecía ir informal, y dirigirse a la parte más “humilde” del barco. La zona de los pasajeros de 3ª, donde había gente de su misma clase social. Allí encontraría un candidato a la cena de esta noche. Jon entró en el baño y se duchó. Era una ventaja ser vampiro, ya que no tenía que afeitarse nunca más, debido a que su condición le mantendría por siempre en el estado en el que murió. Cuando salió la joven le esperaba tumbada en la cama. Ya se había maquillado para disimular su palidez, como hacía cada noche. Ahora le tocaba el turno a Jon. Se sentó delante de la cómoda frente al espejo a maquillarse. -¿Cómo hiciste lo de anoche? -Le interrogó con curiosidad. -¿El qué? -Hablar en mi cabeza sin abrir la boca para nada. -Jajaja, sabía que te sorprendería. Es una condición que cuando seas un poco más vieja, por así decirlo, tu también podrás hacerlo. Se llama telepatía y es muy útil para sugestionar la mente de las víctimas. Puedes ir amedrentándoles hasta que lleguen a la locura. Cuando yo he tenido el placer de matar a sádicos asesinos, o violadores de niños, siempre me ha gustado hacerles sufrir antes de darles muerte. Hacerles llorar como un niño arrepentido por todo el daño ocasionado a sus víctimas. -Esto me va a gustar.- Dijo Elly levantándose de la cama y dirigiéndose a la cortina negra que tapaba el ojo de buey. Miró a través de él. El mar estaba picado y el barco se movía bastante. Miró a su compañero y le preguntó si le permitía que fuera hoy ella la que dirigiera la visita por el crucero. Aceptó sin cuestionar ni preguntar. Sería divertido seguirla a través del navío. -Vamos – le dijo impulsivamente. La siguió a través de los pasillos. Llegaron a unas escaleras que bajaban y ella las acometió con ímpetu. Bajaron hasta 2ª clase y sin pararse abordaron las escaleras que les llevarían hasta 3ª clase. Una vez allí siguieron las indicaciones que habían en las paredes para dirigirse hacia el bar. En la barra habían sentados un grupeto de jóvenes de unos veinticinco años bebiendo cerveza. En la otra punta de la barra había un hombre de unos treinta y cinco años, bien parecido, moreno, ojos negros, barba de dos días, vestido con una camisa gris a la cual le faltaban los dos botones de arriba por abrochar, dejando ver algo de pelo de su pecho. Al entrar al bar se giró y repasó de arriba a abajo a Elly. Ésta se fijó en él. Iba de seductor, y estaba esperando a su víctima con la que intentaría acostarse aquella noche. -Vámonos de aquí – dijo Elly volviendo hacia la puerta. Jónathan la siguió sin decir palabra. Al lado había otro local de bebida donde también se podía pedir algo de tapeo. Había un grupo de unos quince jóvenes que estaban en unas mesas cerca de un pequeño escenario en el cual cantaban en un karaoke. Tenían las chaquetas amontonadas en un rincón, descuidadas. Bebían cervezas, colas, algún agua con gas y charlaban alegremente, riendo y burlándose de los compañeros que subían a cantar. De repente aparecieron un par de tipos en la puerta. Jónathan los vio enseguida. Aquellos tipos se acercaban al montón de chaquetas poco a poco, controlando que los jóvenes no se dieran la vuelta y los vieran. Llevaban dos cervezas en las manos y hablaban como si estuvieran viendo la actuación en el escenario. Elly seguía absorta en la actuación de una de las jovencitas. Estaba cantando “Like a prayer” de Madonna, y no lo hacía nada mal al parecer Elly. Sus amigos la coreaban siguiendo con palmas el ritmo de la canción. Mientras los dos sujetos ya se iban por la puerta después de haber sustraído todo lo que había de valor en las chaquetas. Jónathan advirtió a su compañera que debían irse. Se giró hacia él y le puso cara de súplica para que se quedaran un poquito más. Éste asintió con la cabeza y se sentaron en una mesa a unos cuatro metros del escenario. Se acercó un camarero y les preguntó si querían algo de beber. Jónathan se adelantó esta vez en contestar, ya que Elly seguía absorta en el escenario y no se enteró. O no quiso enterarse. La cuestión es que Jon pidió dos aguas minerales. El camarero se marchó y volvió en un instante dejando las dos aguas en la mesa. Jon sacó el billetero para pagar, pero el camarero al verle la pulsera blanca que llevaba en la muñeca, le dijo que no tenían que pagar nada, que estaba todo incluido. Le dio un billete de diez dólares como propina y éste se fue muy contento hacia la barra, no sin antes darles las gracias. Cerró los ojos y agudizó los sentidos, buscando a los dos ladrones con la mente, intentando localizarlos. Después de estar dando vueltas con su mente, intentando separar un innumerable número de voces durante varios minutos, vio las mentes de ambos congratulándose por la suerte que habían tenido. Reían y contaban los objetos y dinero que habían conseguido reunir. Jon abrió los ojos y sonrió, los tenía localizados. Se inclinó sobre Elly que seguía a los artistas que iban pasando por el escenario. Se lo estaba pasando en grande. Le entraban ganas de subir al escenario y cantar ella misma. Jon rió para si mismo. -Hazlo, no te prives. Venga, deléitame con tu sensualidad. - Le dijo mientras le daba un suave toque. Ella no se lo pensó y se dirigió al mostrador donde había uno de los que trabajaban en el local buscando las canciones que pedían los clientes. Veía a Elly radiante de felicidad. Jon se sentía pleno de satisfacción al verla. Algo en su interior no había muerto aquel fatídico día. Esos sentimientos que se agolpaban en su garganta y le emocionaban. Si no tenía cuidado sus ojos le delatarían con lágrimas de sangre. Incluso el enrojecimiento de ellos, a lo cual estaba muy próximo , le podría delatar. Terminó el joven que estaba cantando en el escenario con grandes vítores por parte de sus amigos. Le tocaba el turno a Elly que estaba muy emocionada. Subió al escenario entre un gran aplauso de los jóvenes de la primera fila. El local poco a poco se había ido llenando de gente sobre todo joven, aunque también se veía alguna pareja de cincuentones atraídos por la calidad de los cantantes que estaban pasando por el escenario. Elly esperó a que empezaran los primeros compases de I will always love you de Whitney Houston. Se hizo el silencio absoluto en la sala siguiendo los compases de aquella música. Había expectación por ver como se desenvolvería aquella chica con una canción tan bonita pero al mismo tiempo tan complicada de cantar. Abordó las primeras estrofas un poco dubitativa, pero enseguida se soltó. Su poderosa voz, en parte debido a su condición de vampira que le amplificaba el sonido de la misma, invadió el escenario. Iba progresando por ella con talante, dejando perplejos a propios y extraños, arrancando palmas en los descansillos de las estrofas. Al terminar la canción el público estalló en un frenesí increíble. Estaba muy emocionada y dio las gracias antes de bajar del escenario. Los vítores seguían, así que tuvo que volver a subir al escenario a saludar. Luego al volver hasta la mesa donde estaba Jónathan, la iban felicitando por su potente voz. Él tenía la cabeza entre las manos, en las cuales mantenía un pañuelo blanco en el cual se veía alguna mancha de sangre que había transgredido el tejido. Ella se percató nada más verlo. -¿Te encuentras bien Jon? - dijo ella al verlo. -Sí, es que has hecho que me emocione. Y como debes saber ya, nosotros no lloramos normal. Así que me he tenido que cubrir. Ahora iré al servicio y me enjuagaré las lágrimas. Se levantó de su silla y se dirigió hacia los servicios. Entró en el de hombres, y se dirigió a una de las pilas, abriendo el grifo. Detrás de él había un par de jóvenes en los urinarios. Uno de ellos se percató del pañuelo ensangrentado y al terminar se dirigió hacia donde estaba Jon. -¿Se encuentra bien amigo? - Le dijo con seria preocupación. -Sí, sí no te preocupes. Es de la nariz. Enseguida me pasará.- Y se enjuagó las lágrimas con el agua. Se relajó un poco más y sus ojos perdieron el enrojecimiento que le producía la sangre en ellos. Ésta poco a poco desapareció. Entró en unos de los retretes y se sentó. Sabía que era cuestión de tiempo. -Oye siéntate con nosotros – Le dijo una de las chicas del grupo que había frente al escenario. -Estoy esperando a mi marido. - Contestó con una sonrisa -Que se una cuando regrese. No te preocupes. Elly se levantó y se sentó con el grupo de jóvenes. Estos continuaron felicitándola durante unos instantes. Incluso alguno le insinuó si se dedicaba a la canción profesionalmente. Ella dijo que no. Empezaron a contarse sus lugares de referencias, que hacían en el barco, etc. Ellos venían de viaje de final de carrera. Se dirigían hacia Roma. Eran todos alumnos de arquitectura y después de haberse licenciado con honores, se dirigían allí donde verían maravillas como La fontana di Trevi, el Coliseo o el Vaticano. Elly les explicó que ellos se dirigían hacia Europa, sin rumbo fijo. Eran recién casados y estaban de luna de miel. Que tenían pasaje en 1ª pero que a ella aquello le aburría. Así que habían decidido bajar a tercera donde habría mas gente como ella, con la que divertirse. Llegó Jónathan y se unió al grupo, con las debidas presentaciones. Estuvieron hasta las dos de la madrugada más o menos. Los jóvenes habían pedido para cenar unas raciones de calamares a la romana, tacos de tortilla de patatas, pinchos morunos y unos boquerones. Ofrecieron a la pareja que se unieran a ellos. Pero estos lo rechazaron alegando que debían volver a 1ª donde les esperaban. Salieron por la puerta y Jon sondeó la mente de Elly en busca de sus deseos. -¿Podríamos comer algo? - incitó a Jon. -Tengo algo preparado para ti. Una pareja de ladrones que han robado a estos chicos. -Está bien, guíame. Jon agudizó de nuevo sus sentidos, buscando a los dos pillos. Al momento oyó como hacían planes para un nuevo golpe. Esta vez en 1ª.Allí la gente tenía joyas y más dinero que los simples turistas de 3ª. Caminó por un pasillo largo que desembocaba en otro corredor perpendicular. Llegaron a la puerta de la habitación 185. Jon le comentó mentalmente que tenían que conseguir que aquellos chicos les abrieran la puerta y les invitaran a entrar. -Puedo llevar el collar por fuera para que lo vean, haber si intentan robármelo. Dicho y hecho, sacó el collar por fuera de jersey, y llamó a la puerta. -¿ Quién es? - Contestaron desde el otro lado. -Perdona, nos hemos perdido y no sabemos volver a 1ª. ¿Serías tan amable de mirar si tienes un plano en tu habitación? Se abrió la puerta y apareció uno de los dos hombres. Al ver el cuello de Elly sus ojos se posaron sobre el collar que colgaba. -Mike, ¿Puedes venir un instante? El otro hombre apareció a su lado y sus ojos también se quedaron fijos en el collar que llevaba la joven. -¿Teníamos un plano del barco en el cajón de la mesita verdad? - dijo mirando a su compañero. -Sí, pero no seas descortés, deja que entren y se sienten. Dicho esto la puerta se abrió de par en par y la pareja entró en la habitación. Mike se acercó a la mesita y, abriendo el cajón superior, sacó una pistola semiautomática de 9mm. Al mismo tiempo su colega ya amenazaba a Elly con una navaja en el cuello. -Este viaje va a ser mucho mejor de lo que creíamos ¿Verdad Tomy? -Desde luego. Está bien bonita quítate esa preciosidad y dámela si no quieres que te haga otra entrada para comer. Elly levantó despacio los dos brazos y los fue acercando a su cuello, pero en un descuido de su agresor le cogió del brazo, y lo lanzó contra su compañero perdiendo este la pistola que había sacado. Antes de que ninguno de los dos se incorporaran, ya se habían avalanzado sobre ellos, sujetándolos con fuerza. Entonces Elly comprobó con asombro como el que tenía Jon entre sus manos empezaba a llorar como un niño. Tomy estaba igual de perplejo que ella, la actitud de Mike era algo que no comprendía, ya que, siempre había sido un tipo duro que no se achantaba por nada ni nadie. Jon se inclinó sobre su cuello y le susurró algo al oído. Luego le hincó los dientes en él, empezando a succionar con fuerza. Tomy intentó zafarse de la joven e ir en auxilio de su camarada, pero le fue imposible. Aquella mujer tenía una fuerza endiablada y no conseguía soltarse por muchos esfuerzos que realizaba. Ella le mordió la yugular, y éste hizo un último esfuerzo por soltarse. Notaba como las fuerzas empezaban a fallarle. Levantó la vista en busca de su amigo y lo vio con los ojos desorbitados y con una extraña mueca en la cara de terror. Todo había terminado para ellos.

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