jueves, 1 de marzo de 2012

Sombra oscura cap. 8


La policía interrogó a la señora Winter durante breve tiempo. No daban crédito a la explicación que les estaba dando. Ella afirmaba que habían entrado una especie de humano deforme. Que había matado a su marido en el jardín y que ha ella no lo había conseguido por que le había volado la mano.
-Y, ¿Me puede decir dónde está la mano esa? - dijo el inspector.
-Si entra al hall de la casa la vera esparcida por paredes y suelo.
El inspector indicó a dos de sus ayudantes que entraran con él en la casa. El espectáculo que vieron era grotesco. Había salpicaduras de sangre por todos lados así como trozos pequeños de carne. La mujer que había entrado detrás de ellos se quedó esperando a que el inspector Clark le dijera algo, y así fue. Se giró y preguntó:
-¿Cómo consiguió volarle la mano a ese... monstruo?
-Pues después de que mi marido saliera de la casa y oyera como él le disparaba, esa cosa reventó la puerta y se dirigió hacia mí que me encontraba aquí al pie de la escalera. Yo tenía la escopeta en la mano, e intentó quitármela. Entonces se disparó el arma y la mano que tenía delante de los cañones se pulverizó en el aire. Salió corriendo escaleras arriba y se metió en una de las habitaciones. Al momento escuche un grito terrible y me bajó hasta aquí un olor a quemado. No me atreví a subir, estaba muy asustada y llamé a la policía. El resto ya lo sabe.
-Está bien subiremos arriba para ver que ha pasado. Mattew encargate de acotar esta zona y que traigan una escalera para poder subir arriba. No quiero pisar nada que pueda ser una pista.
Dicho esto el agente salió por la puerta y se dirigió al coche patrulla. Desde allí llamó por radio a la central pidiendo una escalera. Después comentó algo con un compañero y volvió junto al inspector. Este estaba examinando el hall, intentando hacerse una idea de lo que había sucedido. Después de anotar varias cosas en una libreta que saco del bolsillo trasero, salieron de la casa y se dirigieron hacia donde estaba el cadáver del señor Winter. Se agachó a su lado y observó el cuello. Estaba literalmente desgarrado. Como si un lobo lo hubiera arrancado de un bocado. También observó que todavía tenía en su mano el rifle de caza que había blandido. Había un casquillo de bala próxima al cadáver. La cogió con la punta del lápiz y después de observarlo durante un instante lo metió en el interior de una bolsita de plástico que le entregó su acompañante. Llegó una furgoneta de la policía. En su interior portaban la escalera que había pedido el inspector. Procedieron a entrar en la casa y apoyaron la escalera metálica en la barandilla de madera. Por ella accedieron al 5º escalón de la escalera que subía al piso de arriba. Entraron en la habitación de Elly. Allí al fondo, junto a la ventana, había una especie de cadáver calcinado en el suelo. Se aproximaron a él, y el inspector se inclinó a inspeccionarlo.
-¿Que cojones ha pasado aquí? -exclamó al ver el cuerpo en forma de feto.
-Señor, no hay indicios de que haya habido una fuente de inicio en el fuego. El cuerpo está quemado desde el interior hacia fuera.
-Combustión espontanea. ¿Es eso a lo que te refieres Mattew?
-Es lo que veo señor.
Oyeron llegar otra furgoneta. Esta vez era el forense. Y al momento llegó también una ambulancia.
-Hay indicios de lucha aquí. La cama está medio desecha, como cuando alguien pasa por encima arrastrando la colcha.
    -Y aquí hay sangre en el suelo.
    El inspector fue hacia el otro lado de la cama, donde le indicaba el agente. Allí observó una cantidad bastante grande de sangre en el suelo.
    - Aquí ha pasado algo gordo. Esa mujer de ahí abajo no nos ha contado todo lo que sabe.
    Bajaron de nuevo al hall. Al salir fuera de la casa estaba el forense ya inspeccionando el cadáver de Charles. Al lado de la ambulancia estaban los enfermeros atendiendo a Mary. El inspector se dirigió hacia ella. Intentando no provocar desconfianza en la mujer le preguntó.
    - ¿Había alguien mas en la casa cuando ha sucedido esto?
    La mujer estaba llorando, soltando toda la tensión que había acumulado durante el transcurso de la pelea con la vampiresa y la que le había provocado ver a su marido muerto en el césped.
    -Lo siento se me olvidaba. El señor Leslie tenía una joven acompañante de invitada.
    - ¿Y se puede saber donde están?
    - Bueno, esa habitación era la de la joven y al llevarse el susto, el señor creyó conveniente llevarla a casa.
    -¿ Cuándo está previsto que vuelva el señor...?
    - Leslie. Se llama Jónathan Leslie.
    -Eso Leslie. -dijo aproximándose si cabe un poco más a Mary como queriendo intimidarla.
    - Bueno no me lo dijo. Simplemente me dijo que les llamara que ustedes se encargarían de todo.
    -Cuando vuelva dígale que quiero hablar con él.- y se giró en dirección al forense. De repente se volvió y le ordenó – Ahhh, y que traiga a la señorita también. Quiero hacerles unas preguntas.
    - Claro inspector, se lo diré en cuanto vuelva.
    Este se dirigió hacia el forense y le dijo.
    -Quisiera que echaras un vistazo al cadáver que hay arriba en una de las habitaciones. Ha muerto de una forma muy poco convencional.
    -¿ A que te refieres?
    -Bueno pues todo indica a que ha sido combustión espontanea. ¿Es muy raro verdad?
    -Dicho así pues... sí. Bueno enseguida subimos. Estamos terminando aquí.
    -Esta bien. Avisame cuando vayas hacia allí.
    La policía se fue de la casa después de haber levantado los dos cadáveres sobre las dos de la tarde. La mujer estaba muy cansada y se encontraba muy sola. Cogió el teléfono y llamó a su hijo Michael. Le comunicó la nefasta noticia de la muerte de su padre entre sollozos. Este intentó consolarla y le prometió que cogería el primer vuelo que saliera hacia New york. Descolgó de nuevo el teléfono y marcó de nuevo. Al otro lado se puso una joven con voz delicada. Era su hija Enma, la cual rompió a llorar cuando le dio la noticia. Cuando se calmó le dijo que en unas horas llegaría a la casa.
Después de haber avisado a sus hijos no tenía fuerzas para nada más y se dirigió hacia su habitación. Allí se dejó caer en la cama y rompió de nuevo a llorar. Pero el agotamiento era tal que a los pocos minutos quedó profundamente dormida

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