Eran
alrededor de las ocho de la tarde. Cuando Elly despertó se llevó un
susto de muerte. Estaba dentro de una especie de ataúd. Bastante
ancho, eso sí, con la tapa levantada. Él estaba allí sentado en
una mecedora antigua, una de esas echa con madera trabajada. Se veía
muy bien conservada para lo antigua que debía ser.
-Buenas
noches. ¿o quizá debería decir buenos días? - Le dijo riendo.
-¡¿Hola!?
-contestó ella todavía confusa. - ¿Qué ha pasado? ¿Dónde
estamos?
-Bienvenida
a mi humilde habitación. Ahora ya conoces donde duermo.
-¿Estamos
en la casa?
-Sí
en el sótano. En una habitación oculta. Ahora subiremos a ver como
ha quedado la señora Winter con la policía.
Se
levantó de su “lecho” y se acercó a él, sentándose en su
regazo.
-¿Por
qué me has bajado aquí?
-¿No
te acuerdas de lo que pasó anoche?
-A
decir verdad solo recuerdo a esa...mujer entrando en la habitación
sangrando. Después todo se vuelve borroso y oscuro.
-Te
atacó, y si yo llegó tres minutos más tarde te hubiera desangrado.
Pero llegué a tiempo para lanzarla contra la ventana. El sol hizo el
resto.
-Supongo
que debo darte las gracias de nuevo.
-Pues
igual sí.
-¿Espera,
y cómo me he recuperado tan pronto?
-Te
tuve que dar mi sangre para que no murieses.
-Pe..¿Pero
eso quiere decir?
-Que
estás en proceso de convertirte en vampiresa.
Elly
cayó abatida sobre los brazos de Jónathan. Empezó a llorar y sus
lágrimas eran rojo sangre. Se asustó aún más.
-Tranquila
yo te enseñaré todo lo que debes saber. Podrás hacer una vida más
o menos normal con algunos peros.
-¿Qué
clase de pero? - dijo ella sin dejar de sollozar.
-Principalmente
que vivirás por la noche. No volverás a ver un nuevo amanecer nunca
más. Te alimentarás de sangre. Solo depende de ti que te relaciones
con humanos o no.
-No
me dejarás sola nunca ¿verdad?
-No
mientras quieras estar conmigo.
Dejó
de llorar y buscó algo con lo que lavarse la cara. Él al verlo le
apuntó que podía ducharse arriba si quería. El agua no les
afectaba en nada.
Subieron
a la planta baja, y Elly se dirigió a la planta de arriba a darse un
baño. Cuando llegó a la puerta de la habitación vio una cinta
policial en la que ponía “escena de crimen. No pasar”. Retiró
con la mano la cinta y entró en la habitación. Enseguida olfateo
aquel olor a quemado que todavía perduraba en la alfombra
chamuscada. Fue hacia el armario y cogió unos vaqueros, un jersey de
lana, unas braguitas de encaje y un sujetador a juego. Se dirigió al
cuarto de baño. Entró y cerró la puerta con llave. Dejó la ropa
sobre la tapa del wc y se quedó mirándose al espejo. Se veía
especialmente radiante. Aunque estaba pálida. Tiró la ropa
ensangrentada al suelo y entró en la bañera. Abrió el agua
caliente y la sensación fue realmente placentera. Casi como si
hubiera tenido un orgasmo. Joder, ¿Ahora no podría tener ninguno
más? Tenía que probarlo. Así que cuando tuvo la bañera
prácticamente llena, se relajó allí dentro. Se enjabonó el pelo y
el cuerpo. Al pasar por su pubis empezó a tocarse. Primero con
miedo. Pero al notar que su cuerpo reaccionaba bien, incluso mejor
que antes. La nueva Elly tenía más sensibilidad que antes. Era
capaz de oír lo que pasaba por abajo. Incluso su olfato era mucho
más potente. Sin darse cuenta empezó a rozarse con mucho frenesí y
en breves instantes profirió un grito que la asustó incluso a ella.
Aquella explosión de placer era increíble. Cuando se lo contara a
Jónathan no se lo creería.
Mientras
Jónathan se había dirigido a la habitación de los Winter. Allí
estaba Mary durmiendo en la cama. Se veía en su rostro el
sufrimiento que llevaba en su interior. La despertó con suavidad, y
esta al verle se abrazó a su cuello.
-Señor
¿Qué voy a hacer ahora?
-No
te preocupes. Serás la dueña de esta casa y en ella podréis vivir
tú y tus hijos siempre. Además me ocuparé de que no os falte nunca
de nada. Luego lo arreglaré todo.
-Es
usted muy generoso. Siempre lo ha sido. - Entonces rompió a llorar
de nuevo,- ¡Hay mi Charles ya nunca te tendré a mi lado!
Por
la puerta apareció la hija de Mary. Era una muchacha de unos veinte
años, morena, ojos oscuros y pelo corto. Era atractiva, sin ser
guapa.
-Mamá.
- y se echó a los brazos de su madre entre sollozos.
Él
se apartó para darles intimidad. Salió de la habitación y se
dirigió hacia la entrada. Allí estaba la puerta en el suelo. La
observó y se dio cuenta que lo que había pasado es que las bisagras
habían saltado detrás de la puerta. Se dirigió al garaje donde
Charles guardaba la herramienta y cogió lo que le hacía falta para
volver a ponerla en su sitio. Después se fue de nuevo hacia la
habitación de Mary, pero a mitad camino oyó a Elly gritar. De un
salto se plantó en la planta de arriba. Entró en la habitación y
vio que el baño estaba cerrado con llave.
-¿Elly
estás bien?
-Sí...
sí – oyó entre risas desde dentro.
Se
quedó en la habitación hasta que ella salió del baño. Estaba
radiante, con un brillo impresionante en su mirada. Ella le dedicó
su mejor sonrisa. Parecía de mejor ánimo que cuando había subido.
-¿Por
qué has gritado? ¿Te ha ocurrido algo?
-No
solo ha sido la evacuación de los líquidos de mi cuerpo. Me he
vaciado ya por completo. Menos mal que me ha cogido en el baño.
Él
se rió si hacer demasiado ruido. Sabía que abajo lo estaban pasando
mal y no quería ser descortés. Ella se terminó de arreglar. Gastó
bastante maquillaje para intentar disimular su palidez.
Bajaron
a la planta baja y se dirigieron a la habitación de Mary. Justo
salían de la puerta bajo la escalera ella con su hija. Ésta se
sorprendió al ver a Elly.
-Emma
te presento a Elly. Es mi compañera.
-Hola,
¿Cómo estás?
-Bueno,
pensando que soy nueva en esto... se puede decir que bien.
Sin
darse cuenta los ojos de Elly se habían posado sobre el latido casi
imperceptible del cuello de la muchacha. Jónathan se percató y
cogió a Elly del brazo.
-Vamos,
tenemos que salir a dar una vuelta. - Y se la llevó casi a tirones
de allí.- ¿En qué pensabas?
-No
lo sé. Fue como un impulso.
-Debes
aprender a controlarte. Vamos iremos a comer algo.
-Está
bien, como tú mandes.
Se
dirigieron hacia el garaje. Allí Jónathan cogió las llaves de su
Ferrari F50 y la invitó a subir. Entonces puso el coche en marcha y
salió de allí a gran velocidad. Se dirigieron hacia la gran
manzana. Una vez allí se aproximaron a Central Park, donde dejó el
coche aparcado a una manzana de distancia. Se dirigieron al parque a
pie. Elly cada vez estaba más ansiosa y se quedaba mirando a los
pocos transeúntes que aún quedaban por las calles. Él tiraba de
ella evitando que saltara sobre alguno de aquellos desdichados.
De
repente vio a unos cincuenta metros de distancia en su camino,
alguien que se escondía a un lado del camino. -Perfecto – Pensó –
A ver si es un asaltador y alimentamos a la fiera.- y se sonrió para
sus adentros.
Al
llegar a unos diez metros de el asaltante, Jónathan se paró.
-Está
bien, ahí delante tienes a un atracador. Es todo tuyo. Pero cuando
le estés matando no llegues hasta el final. Recuerda que es una
sensación horrible.
-Está
bien.
El
asaltante que les estaba apuntando con una pistola y había escuchado
la conversación, estaba flipando. ¿Se estaban burlando de él? El
que llevaba el arma era él.
Se
cargaría a aquél tío y pasaría un buen rato con aquella tía
macizorra.
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