martes, 6 de marzo de 2012

Sombra oscura cap. 9


Eran alrededor de las ocho de la tarde. Cuando Elly despertó se llevó un susto de muerte. Estaba dentro de una especie de ataúd. Bastante ancho, eso sí, con la tapa levantada. Él estaba allí sentado en una mecedora antigua, una de esas echa con madera trabajada. Se veía muy bien conservada para lo antigua que debía ser.
-Buenas noches. ¿o quizá debería decir buenos días? - Le dijo riendo.
-¡¿Hola!? -contestó ella todavía confusa. - ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos?
-Bienvenida a mi humilde habitación. Ahora ya conoces donde duermo.
-¿Estamos en la casa?
-Sí en el sótano. En una habitación oculta. Ahora subiremos a ver como ha quedado la señora Winter con la policía.
Se levantó de su “lecho” y se acercó a él, sentándose en su regazo.
-¿Por qué me has bajado aquí?
-¿No te acuerdas de lo que pasó anoche?
-A decir verdad solo recuerdo a esa...mujer entrando en la habitación sangrando. Después todo se vuelve borroso y oscuro.
-Te atacó, y si yo llegó tres minutos más tarde te hubiera desangrado. Pero llegué a tiempo para lanzarla contra la ventana. El sol hizo el resto.
-Supongo que debo darte las gracias de nuevo.
-Pues igual sí.
-¿Espera, y cómo me he recuperado tan pronto?
-Te tuve que dar mi sangre para que no murieses.
-Pe..¿Pero eso quiere decir?
-Que estás en proceso de convertirte en vampiresa.
Elly cayó abatida sobre los brazos de Jónathan. Empezó a llorar y sus lágrimas eran rojo sangre. Se asustó aún más.
-Tranquila yo te enseñaré todo lo que debes saber. Podrás hacer una vida más o menos normal con algunos peros.
-¿Qué clase de pero? - dijo ella sin dejar de sollozar.
-Principalmente que vivirás por la noche. No volverás a ver un nuevo amanecer nunca más. Te alimentarás de sangre. Solo depende de ti que te relaciones con humanos o no.
-No me dejarás sola nunca ¿verdad?
-No mientras quieras estar conmigo.
Dejó de llorar y buscó algo con lo que lavarse la cara. Él al verlo le apuntó que podía ducharse arriba si quería. El agua no les afectaba en nada.


Subieron a la planta baja, y Elly se dirigió a la planta de arriba a darse un baño. Cuando llegó a la puerta de la habitación vio una cinta policial en la que ponía “escena de crimen. No pasar”. Retiró con la mano la cinta y entró en la habitación. Enseguida olfateo aquel olor a quemado que todavía perduraba en la alfombra chamuscada. Fue hacia el armario y cogió unos vaqueros, un jersey de lana, unas braguitas de encaje y un sujetador a juego. Se dirigió al cuarto de baño. Entró y cerró la puerta con llave. Dejó la ropa sobre la tapa del wc y se quedó mirándose al espejo. Se veía especialmente radiante. Aunque estaba pálida. Tiró la ropa ensangrentada al suelo y entró en la bañera. Abrió el agua caliente y la sensación fue realmente placentera. Casi como si hubiera tenido un orgasmo. Joder, ¿Ahora no podría tener ninguno más? Tenía que probarlo. Así que cuando tuvo la bañera prácticamente llena, se relajó allí dentro. Se enjabonó el pelo y el cuerpo. Al pasar por su pubis empezó a tocarse. Primero con miedo. Pero al notar que su cuerpo reaccionaba bien, incluso mejor que antes. La nueva Elly tenía más sensibilidad que antes. Era capaz de oír lo que pasaba por abajo. Incluso su olfato era mucho más potente. Sin darse cuenta empezó a rozarse con mucho frenesí y en breves instantes profirió un grito que la asustó incluso a ella. Aquella explosión de placer era increíble. Cuando se lo contara a Jónathan no se lo creería.
Mientras Jónathan se había dirigido a la habitación de los Winter. Allí estaba Mary durmiendo en la cama. Se veía en su rostro el sufrimiento que llevaba en su interior. La despertó con suavidad, y esta al verle se abrazó a su cuello.
-Señor ¿Qué voy a hacer ahora?
-No te preocupes. Serás la dueña de esta casa y en ella podréis vivir tú y tus hijos siempre. Además me ocuparé de que no os falte nunca de nada. Luego lo arreglaré todo.
-Es usted muy generoso. Siempre lo ha sido. - Entonces rompió a llorar de nuevo,- ¡Hay mi Charles ya nunca te tendré a mi lado!
Por la puerta apareció la hija de Mary. Era una muchacha de unos veinte años, morena, ojos oscuros y pelo corto. Era atractiva, sin ser guapa.
-Mamá. - y se echó a los brazos de su madre entre sollozos.
Él se apartó para darles intimidad. Salió de la habitación y se dirigió hacia la entrada. Allí estaba la puerta en el suelo. La observó y se dio cuenta que lo que había pasado es que las bisagras habían saltado detrás de la puerta. Se dirigió al garaje donde Charles guardaba la herramienta y cogió lo que le hacía falta para volver a ponerla en su sitio. Después se fue de nuevo hacia la habitación de Mary, pero a mitad camino oyó a Elly gritar. De un salto se plantó en la planta de arriba. Entró en la habitación y vio que el baño estaba cerrado con llave.
-¿Elly estás bien?
-Sí... sí – oyó entre risas desde dentro.
Se quedó en la habitación hasta que ella salió del baño. Estaba radiante, con un brillo impresionante en su mirada. Ella le dedicó su mejor sonrisa. Parecía de mejor ánimo que cuando había subido.
-¿Por qué has gritado? ¿Te ha ocurrido algo?
-No solo ha sido la evacuación de los líquidos de mi cuerpo. Me he vaciado ya por completo. Menos mal que me ha cogido en el baño.
Él se rió si hacer demasiado ruido. Sabía que abajo lo estaban pasando mal y no quería ser descortés. Ella se terminó de arreglar. Gastó bastante maquillaje para intentar disimular su palidez.
Bajaron a la planta baja y se dirigieron a la habitación de Mary. Justo salían de la puerta bajo la escalera ella con su hija. Ésta se sorprendió al ver a Elly.
-Emma te presento a Elly. Es mi compañera.
-Hola, ¿Cómo estás?
-Bueno, pensando que soy nueva en esto... se puede decir que bien.
Sin darse cuenta los ojos de Elly se habían posado sobre el latido casi imperceptible del cuello de la muchacha. Jónathan se percató y cogió a Elly del brazo.
-Vamos, tenemos que salir a dar una vuelta. - Y se la llevó casi a tirones de allí.- ¿En qué pensabas?
-No lo sé. Fue como un impulso.
-Debes aprender a controlarte. Vamos iremos a comer algo.
-Está bien, como tú mandes.
Se dirigieron hacia el garaje. Allí Jónathan cogió las llaves de su Ferrari F50 y la invitó a subir. Entonces puso el coche en marcha y salió de allí a gran velocidad. Se dirigieron hacia la gran manzana. Una vez allí se aproximaron a Central Park, donde dejó el coche aparcado a una manzana de distancia. Se dirigieron al parque a pie. Elly cada vez estaba más ansiosa y se quedaba mirando a los pocos transeúntes que aún quedaban por las calles. Él tiraba de ella evitando que saltara sobre alguno de aquellos desdichados.
De repente vio a unos cincuenta metros de distancia en su camino, alguien que se escondía a un lado del camino. -Perfecto – Pensó – A ver si es un asaltador y alimentamos a la fiera.- y se sonrió para sus adentros.
Al llegar a unos diez metros de el asaltante, Jónathan se paró.
-Está bien, ahí delante tienes a un atracador. Es todo tuyo. Pero cuando le estés matando no llegues hasta el final. Recuerda que es una sensación horrible.
-Está bien.
El asaltante que les estaba apuntando con una pistola y había escuchado la conversación, estaba flipando. ¿Se estaban burlando de él? El que llevaba el arma era él.
Se cargaría a aquél tío y pasaría un buen rato con aquella tía macizorra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario