-Buenos
días,¿Qué ha descubierto Róberts? - se dirigió el inspector
Clark al forense que seguía examinando el cadáver calcinado de
Kate.
-Bueno
la verdad es que del cuerpo este, poco he podido sacar. Está
totalmente calcinado. Mira ésto. - Al hacer presión sobre uno de
los brazos, este se hundió literalmente hacia el interior, como el
que aprieta una barra de pan. Dentro solo tenía cenizas.
-¡Joder!
¿Cómo es posible ésto? - Preguntó el inspector.
-Pues
a decir verdad no lo sé. Es como tú comentabas ayer en el
escenario. Se ha quemado desde dentro hacia fuera, dejando solo un
cascarón como si fuera un huevo.
-¿Entonces
no tienes nada?
-Yo
no he dicho eso. - dijo el forense con una sonrisa.
-¿Recuerdas
la mano desperdigada?
-Sí,
la que le voló la señora Winter.
-Exacto.
Estoy esperando las pruebas de ADN, pero el primer análisis que he
hecho bajo microscopio me dice que no es humano.
-¿A
qué te refieres?- dijo con curiosidad.
-Pues
que los leucocitos o glóbulos blancos prácticamente no existen en
esa sangre, sin embargo el número de plaquetas o trombocitos son muy
elevados.
-No
entiendo.
-Digamos
que su sistema inmunológico es prácticamente nulo. Sin embargo, su
sistema de reparación es elevadísimo. Vamos que si tú te produces
un corte tardarías entre 6 o 7 días en cicatrizar, dependiendo de
la profundidad, pero este ser se regeneraría en cuestión de
minutos.
-¡Joder!
¿Eso es posible?
-Bueno,
científicamente no. Ningún ser vivo con el sistema inmunológico
tan bajo duraría más de una semana vivo. Un simple resfriado sería
suficiente para matarlo.
-Esto
no hay por donde cogerlo.¿Qué me dices del señor Winter?
-Ahí
quería llegar a parar. Como tú bien viste, le arrancaron
literalmente la tráquea. Un humano eso no lo podría hacer, ya que
sus caninos e incisivos no son suficientemente largos como para poder
arrancar de un mordisco una traquea humana. Pero acércate y mira
esto- dicho esto destapó la cabeza del cadáver, al cual le faltaba
la carne, o lo que quedaba de ella, de los labios.- Mira sus caninos.
Son normales a todas luces. Pero me habían sorprendido la manera de
matar al otro, así que le he extirpado uno.- enseñándole una
bandeja de cristal con un diente de unos 3,5 cm de largos.
-¡Joder!,
¿quieres decir que eso le sale de la boca para morder?- El inspector
cada vez estaba más fascinado con todo aquello.
-Efectivamente,
son retráctiles. Como si fueran las uñas de un gato.
-Vale,
¿Y qué clase de mutación es ésta?
-¿Has
oído alguna vez hablar de vampiros?
-¿Esos
que se levantan del ataúd y muerden a la gente?
-Esos
mismos.
-¡Joder!
Pero eso es cosa de las películas. ¿No irás a creerte que existen
de verdad?
-Espera
un momento.- Y dicho esto salió a la sala contigua donde tenían las
cámaras frigoríficas donde se guardaban los cadáveres. Al minuto
entró con una camilla, en la que portaba el cadáver del señor
Winter.- He procedido a extraer la sangre del cuerpo para ver si
estaba en lo cierto, antes de llamarte. No quería meter la pata, así
que me cercioré antes. Normalmente el cuerpo humano tiene una media
de 5 litros de sangre, dependiendo del tamaño de la persona. Bueno
pues éste solamente le quedaba dentro 1 litro de sangre.
-Vale,
vale, espera. Éste tío perdió mucha sangre por la herida producida
en su cuello. No puedes decirme que se la bebió esa cosa.
-No,
deja que te explique. Normalmente cuando se produce una herida la
sangre tiende a coagular. Según el grado de coagulación alrededor
de la herida y por su temperatura se puede saber más o menos cuanto
tiempo hace que ha fallecido. Éste hombre cuando llegamos a la
escena del crimen no hacía ni dos horas que había muerto. Es tiempo
insuficiente para perder tanta sangre. Además, observa estas dos
hendiduras de aquí. Coinciden con los colmillos que te he mostrado
antes. Su profundidad es prácticamente idéntica.
De
repente oyeron un estruendo sordo detrás de ellos. Se giraron al
unísono y vieron como Matew se había desplomado como un saco de
patatas. Los dos estallaron en una carcajada.
-Menudo
ayudante me ha tocado. A la mínima muestra de sangre se queda KO.
-Ten
un poco de paciencia con él. Recuerda cuando tú empezaste. Eras
prácticamente como él.
-¿Tienes
un ordenador por aquí, dónde pueda conectarme con la central?
-Sí
pasa a mi despacho.
Salió
de la sala y entró en el pequeño despacho que tenía el forense.
Tenía la mesa llena de papeles de autopsias realizadas. Hizo un poco
de sitio para poder mover el ratón y tecleó una dirección web y
metió su clave personal para acceder.
Mientras
el forense se había acercado al agente Matew y dándole un vaso de
agua lo había reanimado. Éste se acercó a su jefe y con cierta
vergüenza le dijo:
-Lo
siento.
-Si
no te encuentras bien será mejor que esperes fuera.
-Sí,
será lo mejor. - Y dicho esto salió por el pasillo en dirección a
la calle.
-Aquí
está. Roberts acercate.
-Mira
ésto. He buscado coincidencias en otros casos de incisiones en el
cuerpo de víctimas. He encontrado unos cuarenta casos con causas de
la muerte en extrañas circunstancias.
Pero lo más curioso es que anoche, hubo otro asesinato en Central
Park. Otra curiosidad es que todos los asesinados son delincuentes de
mayor o menor capa
-Eso
quiere decir que hay más como ella.
-¿Ella?
-Sí
era una hembra.
-Mmmm,
Voy a acercarme al escenario de nuevo. Creo que aquella mujer no me
lo contó todo, y el dueño de la casa no ha aparecido todavía.
-Está
bien, si descubro algo más te llamaré.
Salió
del hospital, y se dirigió al vehículo donde lo esperaba apoyado
fumando su compañero.
-Vamos.-
Y subió al coche, arrancando y poniéndose en marcha. Cuarenta y
cinco minutos después llegaron a la mansión. Llamaron al timbre y
esperaron. Al momento les abrió un joven.
-¿Qué
desean?
-Soy
el inspector Clark – dijo mostrando su placa – y éste es mi
compañero el agente Matew. Quisiera hablar con la señora Winter y
con el señor Leslie.
-Pase,
ahora mismo aviso a mi madre. - y desapareció por la puerta de la
salita. Al momento volvió e invitó a los policías a que le
siguieran. Entraron en la salita saludando y se sentaron frente a
Mary.
-Señora
Winter, ¿Donde está el señor Leslie? No ha venido a comisaría y
quisiera hacerle unas preguntas.
-El
señor Leslie me comunicó por teléfono que debía partir hacia
Europa por un asunto de negocios.
-Matew
averigua en que barco embarcó y si iba solo.
-Enseguida.
- Y salió a toda prisa en dirección al coche.
-Bueno
señora Winter, me la han jugado.
-Yo
no sabía nada de ésto. - Y rompió a llorar.
-Inspector
debería retirarse. Mi madre todavía está muy dolida por la muerte
de mi padre.
-Sí
creo que será lo mejor. Por su bien espero que no me haya mentido. -
Dicho esto salió de la habitación con aire bastante marcial. El
cabreo que llevaba era monumental. ¿Por qué se habría marchado
aquel tío? ¿Acaso tenía algo que ocultar? Esperaba que no fuera
demasiado tarde.
Al
salir fuera su compañero le hacía señas para que se acercara. Éste
se aproximó rápidamente al coche.
-Desde
la central me acaban de comunicar que el señor Leslie embarcó
anoche en el Queen Elizabeth.
-¡Joder!
Que localicen la ubicación del barco. Haber si consigo llegar hasta
él. Tengo que hablar con ese tipo. - Subió al coche y salieron
hacia la central. Por el camino Matew pidió que comunicaran con el
servicio de guardacostas para localizar el barco. Estaba anocheciendo
y le llevaba casi veinticuatro horas de ventaja. Tenía que darse
prisa.
De
camino pararon en un restaurante de comida rápida. Allí el
inspector se pidió un sándwich doble de atún. Matew se pidió una
hamburguesa con queso y bacón con guarnición de patatas doble.
También pidieron un par de colas.
-¡Jooder!
No me jodas que te vas a comer todo eso.
-Sí,
¿Quiere un poco inspector?
-No
me tientes. Tengo colesterol y mi mujer me tiene a régimen. Como
mucho un poco de mayonesa con el sándwich de atún. Y sin que se
entere. -Y se rió.
Llegaron
a la central, y allí estaba el teniente esperándolos.
-Servicio
de guardacostas nos ha informado de que están buscando la ubicación
del navío. Dirigios hacia allí por si ay alguna posibilidad de
alcanzarlos. ¿Todavía estáis comiendo? Si son casi las cinco de la
tarde. ¡Venga largaos!
A
los diez minutos le comunicaron por radio que el barco todavía se
encontraba a distancia de un hidroavión y que ya se habían hecho
las gestiones con el capitán del barco para que redujera la marcha
para que el inspector pudiera subir a bordo. Le comunicaron que se
dirigiera al servicio de guardacostas que estaba pegado al puerto.
Así que pisó a fondo y se dirigió a toda velocidad en aquella
dirección.
Veinte
minutos después llegaron allí. Estaban esperando dos tipos con
uniforme naranja del servicio de guardacostas. Les indicaron que les
siguieran y en una breve pero intensa carrera llegaron a un muelle
donde se encontraba el hidroavión.
-¿Qué
tardaremos en poder alcanzar el barco.?
-Sobre
las dos horas. Llegaremos de noche al navío.
-Esta
bien. No perdamos tiempo.
Hay algunas incongruencias médicas respecto a la sangre y sus funciones...
ResponderEliminarpero partimos desde el hecho de que los vampiros existen así que tampoco pasa nada xDDD
¿Dónde crees que me he equivocado?
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