miércoles, 14 de marzo de 2012

Sombra oscura cap. 11


-Buenos días,¿Qué ha descubierto Róberts? - se dirigió el inspector Clark al forense que seguía examinando el cadáver calcinado de Kate.
-Bueno la verdad es que del cuerpo este, poco he podido sacar. Está totalmente calcinado. Mira ésto. - Al hacer presión sobre uno de los brazos, este se hundió literalmente hacia el interior, como el que aprieta una barra de pan. Dentro solo tenía cenizas.
-¡Joder! ¿Cómo es posible ésto? - Preguntó el inspector.
-Pues a decir verdad no lo sé. Es como tú comentabas ayer en el escenario. Se ha quemado desde dentro hacia fuera, dejando solo un cascarón como si fuera un huevo.
-¿Entonces no tienes nada?
-Yo no he dicho eso. - dijo el forense con una sonrisa.
-¿Recuerdas la mano desperdigada?
-Sí, la que le voló la señora Winter.
-Exacto. Estoy esperando las pruebas de ADN, pero el primer análisis que he hecho bajo microscopio me dice que no es humano.
-¿A qué te refieres?- dijo con curiosidad.
-Pues que los leucocitos o glóbulos blancos prácticamente no existen en esa sangre, sin embargo el número de plaquetas o trombocitos son muy elevados.
-No entiendo.
-Digamos que su sistema inmunológico es prácticamente nulo. Sin embargo, su sistema de reparación es elevadísimo. Vamos que si tú te produces un corte tardarías entre 6 o 7 días en cicatrizar, dependiendo de la profundidad, pero este ser se regeneraría en cuestión de minutos.
-¡Joder! ¿Eso es posible?
-Bueno, científicamente no. Ningún ser vivo con el sistema inmunológico tan bajo duraría más de una semana vivo. Un simple resfriado sería suficiente para matarlo.
-Esto no hay por donde cogerlo.¿Qué me dices del señor Winter?
-Ahí quería llegar a parar. Como tú bien viste, le arrancaron literalmente la tráquea. Un humano eso no lo podría hacer, ya que sus caninos e incisivos no son suficientemente largos como para poder arrancar de un mordisco una traquea humana. Pero acércate y mira esto- dicho esto destapó la cabeza del cadáver, al cual le faltaba la carne, o lo que quedaba de ella, de los labios.- Mira sus caninos. Son normales a todas luces. Pero me habían sorprendido la manera de matar al otro, así que le he extirpado uno.- enseñándole una bandeja de cristal con un diente de unos 3,5 cm de largos.
-¡Joder!, ¿quieres decir que eso le sale de la boca para morder?- El inspector cada vez estaba más fascinado con todo aquello.
-Efectivamente, son retráctiles. Como si fueran las uñas de un gato.
-Vale, ¿Y qué clase de mutación es ésta?
-¿Has oído alguna vez hablar de vampiros?
-¿Esos que se levantan del ataúd y muerden a la gente?
-Esos mismos.
-¡Joder! Pero eso es cosa de las películas. ¿No irás a creerte que existen de verdad?
-Espera un momento.- Y dicho esto salió a la sala contigua donde tenían las cámaras frigoríficas donde se guardaban los cadáveres. Al minuto entró con una camilla, en la que portaba el cadáver del señor Winter.- He procedido a extraer la sangre del cuerpo para ver si estaba en lo cierto, antes de llamarte. No quería meter la pata, así que me cercioré antes. Normalmente el cuerpo humano tiene una media de 5 litros de sangre, dependiendo del tamaño de la persona. Bueno pues éste solamente le quedaba dentro 1 litro de sangre.
-Vale, vale, espera. Éste tío perdió mucha sangre por la herida producida en su cuello. No puedes decirme que se la bebió esa cosa.
-No, deja que te explique. Normalmente cuando se produce una herida la sangre tiende a coagular. Según el grado de coagulación alrededor de la herida y por su temperatura se puede saber más o menos cuanto tiempo hace que ha fallecido. Éste hombre cuando llegamos a la escena del crimen no hacía ni dos horas que había muerto. Es tiempo insuficiente para perder tanta sangre. Además, observa estas dos hendiduras de aquí. Coinciden con los colmillos que te he mostrado antes. Su profundidad es prácticamente idéntica.
De repente oyeron un estruendo sordo detrás de ellos. Se giraron al unísono y vieron como Matew se había desplomado como un saco de patatas. Los dos estallaron en una carcajada.
-Menudo ayudante me ha tocado. A la mínima muestra de sangre se queda KO.
-Ten un poco de paciencia con él. Recuerda cuando tú empezaste. Eras prácticamente como él.
-¿Tienes un ordenador por aquí, dónde pueda conectarme con la central?
-Sí pasa a mi despacho.
Salió de la sala y entró en el pequeño despacho que tenía el forense. Tenía la mesa llena de papeles de autopsias realizadas. Hizo un poco de sitio para poder mover el ratón y tecleó una dirección web y metió su clave personal para acceder.
Mientras el forense se había acercado al agente Matew y dándole un vaso de agua lo había reanimado. Éste se acercó a su jefe y con cierta vergüenza le dijo:
-Lo siento.
-Si no te encuentras bien será mejor que esperes fuera.
-Sí, será lo mejor. - Y dicho esto salió por el pasillo en dirección a la calle.
-Aquí está. Roberts acercate.
-Mira ésto. He buscado coincidencias en otros casos de incisiones en el cuerpo de víctimas. He encontrado unos cuarenta casos con causas de la muerte en extrañas circunstancias. Pero lo más curioso es que anoche, hubo otro asesinato en Central Park. Otra curiosidad es que todos los asesinados son delincuentes de mayor o menor capa
-Eso quiere decir que hay más como ella.
-¿Ella?
-Sí era una hembra.
-Mmmm, Voy a acercarme al escenario de nuevo. Creo que aquella mujer no me lo contó todo, y el dueño de la casa no ha aparecido todavía.
-Está bien, si descubro algo más te llamaré.
Salió del hospital, y se dirigió al vehículo donde lo esperaba apoyado fumando su compañero.
-Vamos.- Y subió al coche, arrancando y poniéndose en marcha. Cuarenta y cinco minutos después llegaron a la mansión. Llamaron al timbre y esperaron. Al momento les abrió un joven.
-¿Qué desean?
-Soy el inspector Clark – dijo mostrando su placa – y éste es mi compañero el agente Matew. Quisiera hablar con la señora Winter y con el señor Leslie.
-Pase, ahora mismo aviso a mi madre. - y desapareció por la puerta de la salita. Al momento volvió e invitó a los policías a que le siguieran. Entraron en la salita saludando y se sentaron frente a Mary.
-Señora Winter, ¿Donde está el señor Leslie? No ha venido a comisaría y quisiera hacerle unas preguntas.
-El señor Leslie me comunicó por teléfono que debía partir hacia Europa por un asunto de negocios.
-Matew averigua en que barco embarcó y si iba solo.
-Enseguida. - Y salió a toda prisa en dirección al coche.
-Bueno señora Winter, me la han jugado.
-Yo no sabía nada de ésto. - Y rompió a llorar.
-Inspector debería retirarse. Mi madre todavía está muy dolida por la muerte de mi padre.
-Sí creo que será lo mejor. Por su bien espero que no me haya mentido. - Dicho esto salió de la habitación con aire bastante marcial. El cabreo que llevaba era monumental. ¿Por qué se habría marchado aquel tío? ¿Acaso tenía algo que ocultar? Esperaba que no fuera demasiado tarde.
Al salir fuera su compañero le hacía señas para que se acercara. Éste se aproximó rápidamente al coche.
-Desde la central me acaban de comunicar que el señor Leslie embarcó anoche en el Queen Elizabeth.
-¡Joder! Que localicen la ubicación del barco. Haber si consigo llegar hasta él. Tengo que hablar con ese tipo. - Subió al coche y salieron hacia la central. Por el camino Matew pidió que comunicaran con el servicio de guardacostas para localizar el barco. Estaba anocheciendo y le llevaba casi veinticuatro horas de ventaja. Tenía que darse prisa.
De camino pararon en un restaurante de comida rápida. Allí el inspector se pidió un sándwich doble de atún. Matew se pidió una hamburguesa con queso y bacón con guarnición de patatas doble. También pidieron un par de colas.
-¡Jooder! No me jodas que te vas a comer todo eso.
-Sí, ¿Quiere un poco inspector?
-No me tientes. Tengo colesterol y mi mujer me tiene a régimen. Como mucho un poco de mayonesa con el sándwich de atún. Y sin que se entere. -Y se rió.
Llegaron a la central, y allí estaba el teniente esperándolos.
-Servicio de guardacostas nos ha informado de que están buscando la ubicación del navío. Dirigios hacia allí por si ay alguna posibilidad de alcanzarlos. ¿Todavía estáis comiendo? Si son casi las cinco de la tarde. ¡Venga largaos!
A los diez minutos le comunicaron por radio que el barco todavía se encontraba a distancia de un hidroavión y que ya se habían hecho las gestiones con el capitán del barco para que redujera la marcha para que el inspector pudiera subir a bordo. Le comunicaron que se dirigiera al servicio de guardacostas que estaba pegado al puerto. Así que pisó a fondo y se dirigió a toda velocidad en aquella dirección.
Veinte minutos después llegaron allí. Estaban esperando dos tipos con uniforme naranja del servicio de guardacostas. Les indicaron que les siguieran y en una breve pero intensa carrera llegaron a un muelle donde se encontraba el hidroavión.
-¿Qué tardaremos en poder alcanzar el barco.?
-Sobre las dos horas. Llegaremos de noche al navío.
-Esta bien. No perdamos tiempo.




2 comentarios:

  1. Hay algunas incongruencias médicas respecto a la sangre y sus funciones...
    pero partimos desde el hecho de que los vampiros existen así que tampoco pasa nada xDDD

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