martes, 1 de abril de 2014

Locura

 Sentir que tu corazón se acelera cuando la ves pasar, con sus largas espigas al viento, doradas y onduladas. Vas recorriendo el camino, primero a paso y luego a la carrera, hasta que falta el aliento y no te das cuenta que en el transcurso del mismo, has perdido una parte importante del equipaje, la cordura. Dulce locura que te envuelve y te abstrae de la cruel realidad. Y al final de él el ansiado premio que serán sus labios al contactar con los mios. Cerrar los ojos y sentir como el viento recorre cada poro de tu cuerpo y pensar, no sin imaginación, que ese mismo viento momentos antes acariciaba su piel y te lleva su fragancia hasta la tuya.

¿Locura?
No hay más locura que dejar de ser feliz
por miedo a lo que piensen los demás.

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