domingo, 15 de julio de 2012

SOLO

   Abrió los ojos y miró en rededor.No sabía donde se encontraba.  Estaba empapado a orillas del lago artificial que había en el parque. Debía haber caído dentro perdiendo el conocimiento.Salió del agua y se dirigió a una de las puertas del parque.Empezó a caminar por esa calle desierta mirando hacia el interior de las tiendas. Nada, estaba todo vacío. ¿Donde estaba la gente? Los coches se amontonaban en las calles de manera desordenada. Algunos habían colisionado entre si. Miraba por las ventanillas de los vehículos buscando algún cadáver o alguna señal de lo que hubiera podido suceder. Tampoco había signos de animales, pájaros, gatos, perros...
   Llegó a un cruce donde al parecer había una concentración máxima de vehículos. La gente había intentado salir hacia el exterior de la ciudad sin conseguirlo. Se dirigió hacia una tienda de electrodomésticos con la esperanza de que los televisores estuvieran en marcha con algún canal de noticias que le pudiera aclarar que había sucedido. Entró por la puerta dirigiéndose a la sección audiovisual. Los televisores estaban en marcha. Algunos tenían una película puesta, y otros estaban "sin señal". Se dirigió al estante de las radios, cogiendo una la conectó a un enchufe, y empezó a sintonizar alguna emisora. Nada, no emitía nadie.
   Cada vez estaba mas nervioso. Fue a la sección de informática. Tenía la esperanza de que alguno de los ordenadores que habían allí tuviera internet para poder conectarse a las redes sociales y pedir auxilio. Empezó a revisar uno por uno los ordenadores conectados. Ninguno tenia señal ni de wi-fi ni de internet por cable. Corrió hacia la sección de telefonía. Cogió un móvil, abrió uno de los cajones del stand y sacó uno de los sobres donde había una tarjeta de prepago. La introdujo en la ranura del móvil y lo volvió a montar. Inició el terminal y puso el pin que le venía en la tarjeta. Perfecto arrancaba sin problema. Pero al intentar llamar se dio cuenta que no había cobertura. Salió fuera de la tienda esperando tener mas suerte. Nada, no había cobertura fuera tampoco. Volvió a entrar a la tienda y en uno de los stands de información descolgó un teléfono que tenían allí. Lo lanzó contra el mostrador, tampoco tenía linea. Salió de la tienda y empezó a caminar errático.Llegó a la altura de una tienda de comestibles con la puerta abierta. Entró dentro con la esperanza de encontrar a alguien. Sabía que si el dueño estaba, aunque fuera escondido si el robaba algo de comer saldría a detenerlo. ¡Claro! ¿Por que no lo había pensado antes? Se dirigiría a una oficina bancaria y haría saltar la alarma. Así la policía vendría a detenerlo, y seguro que le darían  una explicación de lo que había pasado.
     Cogió dos barritas de chocolate y se puso a buscar una oficina bancaria. Tres calles mas abajo la encontró. Se dirigió hacia ella y entró por la puerta sin demasiados problemas. Estaba todo como si la gente hubiera tenido que salir precipitadamente. Accedió a los puestos de cajeros. El dinero estaba allí, pero no lo tocó. Buscó algún tipo de interruptor que accionara la alarma. ¡Bingo! Estaba debajo del mostrador. Apretó el botón  y salió fuera. Su corazón se había acelerado considerablemente. La alarma chillaba como una descosida taladrando sus tímpanos. Después de media hora esperando con un dolor de cabeza insoportable por culpa de la alarma, se dio por vencido.Se dirigió hacia una farmacia. Necesitaba algo que le calmara la migraña que le había producido la alarma. Encontró una no muy lejos de allí, vacía. Procedió a coger cajas de antibióticos, aspirinas, esparadrapo, tiritas, etc. Quería tener buena reserva.   Tenía que montar algún tipo de plan para subsistir mientras no cambiara la situación. Entró en un concesionario de vehículos todo terreno, buscando las llaves de una de las pickup. Esta le serviría para cargar provisiones. Se dirigió a la tienda de comestibles que había estado antes, y empezó a meter en un carrito todo tipo de latas de conservas. Al mismo tiempo iba cogiendo de la sección de congelados todo tipo de pescado y carne que se pudiera guardar en el congelador. También cogió de la sección de verdura mucha cantidad de pimientos, pepinos, cebollas, ajos, tomates etc. Salió fuera y empezó a cargarlo todo en la camioneta. De repente, vio a lo lejos alguien que cruzaba la calle. Subió a la camioneta y se dirigió a toda velocidad hacia allí. Al llegar a la altura, la persona había desaparecido. Empezó a gritar y a tocar la bocina llamándola con la esperanza de que lo escuchara.
   Pero fue inútil, no apareció nadie. Empezaba a dudar de su cordura. Necesitaba creer que no era el único superviviente de...fuera lo que fuera lo que había sucedido. Volvió a la tienda de comestibles y terminó de cargar. Volvió dentro y cogió varios paquetes de agua embotellada, así como de cerveza y de cola.
   Subió a la camioneta y se dirigió hacia su casa. Vivía en una casita adosada. Bajó de la pickup y abrió la puerta del garaje. Sacó su viejo vehículo de allí, dejándolo aparcado en la calle. Entró la camioneta y cerró el garaje. Después de distribuir la comida en los armarios y congelador, se dirigió al baño y se dio una ducha. Se afeitó y se cambió la ropa. Bajó al garaje y sacó la camioneta de este. Se dirigió hacia una gasolinera y le llenó el deposito. Se iba a dedicar a dar vueltas por la ciudad. Seguro que al final conseguiría encontrar a  alguien. Empezó a rodar por la ciudad, a velocidad lenta. Quería asegurarse de que distinguía cualquier movimiento que se produjera. Así que después de tres horas dando vueltas, al final desistió. Se fue  a casa. Tenía hambre e iba a prepararse un buen bistec con verduras. Mañana volvería a "patrullar" las calles.
   Conforme pasaban los días se volvía mas descuidado en sus maniobras.Dejaba las tiendas destrozadas, conducía por encima de la acera. Incluso saqueaba bancos y guardaba el dinero en la bañera de la casa de al lado. Se había trasladado a la zona residencial alta. La que estaba a las afueras de la ciudad. Prácticamente ni se aseaba. Casi siempre iba borracho. Se había dejado perder totalmente y estaba perdiendo la cordura. Se hizo con una emisora de onda corta, y todos los días la ponía en marcha cambiando canales por si conseguía captar algo. Así día tras día aquella situación se convertía en una desesperación. Iba a toda velocidad por las calles esquivando los vehículos que habían tirados por allí. Se había convertido en un juego para él. Hoy tocaba patrullar la zona norte. Era donde había visto por primera vez a aquella persona a lo lejos.  Quizá hoy tuviera suerte. Iba a gran velocidad, sorteando los obstáculos. De repente salió de su izquierda una mujer, rubia , mediana edad,que salía de una tienda de comestibles haciéndole señales con los brazos. No la pudo esquivar llevándosela por delante. El impactó la proyectó unos diez metros por el aire.
    Salió del coche y se aproximó a ella a toda prisa. La había matado. Se sentó a su lado y se puso a llorar como un niño. Su estado de desesperación había llegado a cotas máximas. Cuando se calmó, subió al coche y empezó a aumentar la velocidad considerablemente. Tenía la mente nublada. Sabía lo que iba ha hacer y pisó a fondo.
   No se había puesto el cinturón y el impacto con el camión que había en la calle lo proyectó a través de la luna delantera.
    Salieron de detrás de un edificio alertados por el impacto. Eran tres, dos mujeres y un hombre. Se dirigían corriendo hacia él. Intentó moverse pero no pudo.Había caído con tan mala fortuna que se había incrustado el limpiaparabrisas del coche en su espalda, perforando un pulmón. Los vio llegar hasta él e intentaron levantarlo. .Intentó decirles algo, pero lo único que consiguió fue esputar sangre. Luego cerró los ojos para no volver ha abrirlos nunca más.

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